ENTRE UN MURAL Y LO COTIDIANO
En el taller de Ciudad y escritura hicimos un recorrido por el centro de Guayaquil hasta llegar a la Plaza Colón. Aquí observamos el que para María Fernanda López, docente que reforzó las charlas de Ana Carrillo en base a su experiencia, es el único mural de la ciudad.
Sin embargo, y mientras escuchábamos lo que María Fernanda nos comentaba, la ciudad seguía su ritmo de viernes en la mañana. Un sol radiante, un clima caluroso, una caminata agotadora por el mismo calor pero , siendo este sector bohemio, hubo algo más que llamó mi atención.
Se trataba de los trabajadores de los camiones distribuidores de cerveza y su forma tan llamativa de llevar las javas con botellas vacías al vehículo y de llevar las llenas a los locales del sector. Por esta razón, decidí grabarlos.
Muchas veces damos por sentado ciertas cosas, sin considerar qué hay detrás de todo aquello que se nos provee. Aquel trabajador visibilizó una práctica que quizás para él es común, pero que yo ni siquiera había considerado, más aun con la dificultad que presenta el sector, ya que al estar los bares en escalinatas, el camión no puede acercarse frente a ellos y así facilitar la labor. Los distribuidores deben manejar la astucia para optimizar su energía laboral. Aquí quedó demostrado aquello y, a la vez, manifiesta la cotidianidad de una ciudad escondida.