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¿Por qué mi imagen es una crítica a los retratos fotográficos?
La fotografía conserva las características de un retrato tradicional burgués en el que impera la idea de construcción de la apariencia a través de elementos para evocar una determinada imagen y valores, pero se lo usa de forma inversa para representar, en cambio, ya no particularidades asociadas a este tipo de fotografías sino a la persona común.

Normalmente, los retratos honoríficos implican una preparación de la persona que va a ser retratada manipulando su apariencia física antes de que la fotografía sea tomada. Se va a retocar el rostro lavándoselo, quizás maquillándose, para que emane una impresión de lozanía; la persona recurrirá, también, a peinarse el cabello y a cambiarse de ropa, al menos, la prenda que se alcanzará a ver. El fotógrafo, en cambio, buscará una iluminación apropiada para minimizar o evitar que las sombras intensifiquen las líneas de expresiones o imperfecciones de la cara, así mismo, utilizará elementos externos que proyecten la apariencia que el retratado espera evocar.

En cambio, en esta fotografía, quizás con la intencionalidad de rememorar lo contrario del tipo de retrato indicado, hubo una preparación en búsqueda de otras características. Se esperó una hora del día en la que el rostro tenga una apariencia de agotamiento propio del trajín diario por lo que fue tomada en la madrugada. La iluminación es colocada casi de manera cenital para enfatizar líneas de expresión e imperfecciones propias del agotamiento como: ojeras, granos, brillo y las líneas alrededor de la boca aunque se pierden las de la frente por la misma luz. El cabello muestra falta de pulcritud y la prenda visible es una camiseta que se la usa con la idea de que pase desapercibida. Con respecto al fondo, se buscó la pared más descuidada e irregular para intensificar el mensaje de descuido y agotamiento.

Además, se optó por el blanco y negro para que las sombras se aprecien intensificadas, de esta misma forma, se observa que la foto tiene un leve difuminado que fue introducido posteriormente por herramientas digitales para provocar en el espectador una sensación de romanticismo en la imagen y evite enfocarse fríamente en los detalles de la construcción de esta.